¡Ay! Cuando me
dijiste si no es a ti que no te duela.
Joder, que no solo la
sangre quema.
Ardí por dentro y
pensé hacerlo por fuera.
La calma aparente, el
silencio que vuela.
Hemorragias en el
ecosistema de tus palabras.
De esas que ya no son
venideras.
¡Ay! No me dijiste
que si por ti no fuera,
el mar no sería lo
mismo, no sería igual.
Sería esperanza, sería
felicidad.
Sería de otra manera.