lunes, 5 de marzo de 2012

Los demás NO lo comprenden. No caminan despacio, ni viven despacio. 
Disfrutan de cada segundo como si fuera el último y tienen una concepción distinta de la vida. Son  capaces de superar grandes dificultades y darle la vuelta a las situaciones cuando la cosa se tuerce. Son diferentes, extraordinarias, especiales, raras. Son mucho más GRANDES de lo que aparentan por su tamaño. Viven en su propio universo paralelo e indestructible. Son entrañables, son inolvidables.
Espero que sean felices las tortugas.