martes, 19 de agosto de 2014


Es. Él. Mar.

Inunda y está salado. Y cómo me gusta el mar. Cómo me gustó. Tan grande y misterioso. Nada como el mar para esconderse.

Profundo.

Él también se agacha. Agachadito está dentro de ti. ¿Lo hueles? Como el puerto. Y la marea, cuando está baja de moral. Como las algas cuando hacen fuerza.

Como, como y como,

y sin embargo mantengo el vacío. ¿Cómo como con esta oquedad? Agachadito está dentro de ti. Y no sé por qué, ni donde, si no había vacío, no había espacio, lo juro. Eres (tan (grande (y misterioso))). 

lunes, 28 de abril de 2014



Muerte al que muerde.

¿Pero no muerde, La Muerte?

Si tuviera un minuto sin ella se lo regalaría a quien lo quisiera.

¿Puedes vivir un nanosegundo sin muerte?

Aquí, allí, a ti. Muerde.


 

martes, 24 de julio de 2012







Hay días, días, días. De los que aparecen y de los que desaparecen. De los que nunca tuvieron oportunidad de aparecer. La tristeza que complementa mi felicidad, y la felicidad que sazona mi tristeza. La mente desdoblada, acallada, con demasiadas cosas que alguien pone ahí para que no se escuche a sí misma. El cuerpo desbordado por verdades que taponan las arterias. Verdades que se atragantan. Puertas opacas que se cristalizan y viceversa. El saber que mata mi vivir y el vivir que me pide saber.

Los pies, los pasos, el camino.